Nosotros, los humanos, construimos un sistema de comunicación muy basado en el habla y la visión. Usamos principalmente la oralidad para interactuar con otros individuos, pero nuestro cerebro es capaz de asimilar y retener imágenes de manera mucho más eficiente que las palabras. A su vez, la comunicación canina está fuertemente basada en el lenguaje corporal, y los sentidos del olfato y la audición están mucho más desarrollados en los perros que en las personas.

Para que te hagas una idea, los perros con mejor olfato pueden tener hasta 300 millones de receptores olfativos. Así pues, hay una amplia gama de olores que pasan totalmente desapercibidos para los humanos, pero son fácilmente detectados por la nariz perruna. Un excelente ejemplo son los componentes químicos que conforman los fluidos, secreciones y hormonas que tanto las personas como los perros y otros animales producen y liberan naturalmente. Al olfatear tales sustancias, los perros pueden obtener información de su interlocutor. Es como si utilizarán su nariz tal y como nosotros utilizamos ciertas preguntas para conocer a los demás. Pero…, ¿por qué los perros se acercan a las partes íntimas específicamente?

El papel de las glándulas apocrinas

Aunque liberamos secreciones y fluidos en varias partes de nuestro cuerpo, cerca de los geniales tenemos un numero particularmente alto de glándulas apocrinas. Este tipo de glándulas sudoríparas se concentra en las regiones con vello, como las axilas, las ingles y la zona perianal. Se controlan por las hormonas sexuales y no excretan sudor como las demás glándulas sudoríparas. A través de ellas, liberamos unos compuestos químicos llamados feromonas, las cuáles cargan con información sobre nuestra identidad, nuestro estado de salud e incluso sobre nuestras emociones.

Muchos expertos consideran que, en las relaciones humanas, el rol sexual y social de tales feromonas es muy poco relevante. Sin embargo, para los animales que sí son capaces de detectar mediante el olfato tales compuestos, representan la “huella digital química“ de sus interlocutores, resultando indispensables para establecer vínculos. Así pues, las feromonas y la comunicación química responden a preguntas como “por qué mi perro me huele el ano” o “por qué los perros huelen los genitales”.

Vale la pena mencionar que los perros también huelen los geniales y el ano de otros perros con el mismo propósito. Es decir, para captar información de quién es y cómo se encuentra el individuo con el cual establece una conexión. Para leer más sobre ello, fíjate en este post: “¿Por qué los perros se huelen la cola?”.

Otra explicación de por qué los perros huelen las partes íntimas con particular interés es debido a que perciben allí alguna alteración a nivel hormonal, fisiológico o incluso celular, la cual se expresa a través de un olor particularmente intenso o distinto al habitual.

Muchas veces, estos cambios se generan como resultado de procesos naturales, pero también pueden manifestarse como síntomas de problemas de salud. A continuación, listados los principales factores que pueden motivar esta conducta:

Menstruación

Cuando las mujeres están menstruando, la zona íntima suele desprender un olor particular y muy llamativo para el olfato perruno. Además, desde el periodo de la ovulación, que antecede la eliminación del flujo menstrual, el cuerpo de la mujer atraviesa una serie de cambios hormonales, los cuales impactan en su metabolismo, estado de ánimo y también en su olor corporal. Todo ello explica por qué los perros huelen tus partes íntimas de forma más insistente cuando estás con la regla.

Embarazo

Otro proceso totalmente natural que conlleva a una infinidad de cambios en el cuerpo de las mujeres es el embarazo. Gracias a sus asombrosas habilidades olfativas, los perros son capaces de percibir tales alteraciones en las hormonas y el metabolismo celular desde las primeras semanas de gestación. Es por ello que, muchas veces, los perros detectan un embarazo mucho antes que sus propias tutoras.

¿Estás embarazada y tu perro actúa diferente? No te pierdas este artículo: “Estoy embarazada y mi perro no se me despega: causas”.

Problemas de salud

Desde infecciones hasta enfermedades mentales, como la depresión, pasando por tumores y trastornos endócrinos, todas estas afecciones suelen alterar no solo nuestro humor y comportamiento, sino también nuestro olor corporal. Y si hablamos de un problema que afecta directamente a los órganos de los sistemas urinario, reproductor o excretor, es muy probable que los perros se acerquen a las partes íntimas de la persona afectada al verse atraídos por estos estímulos olfativas inusuales.

Miedo

Cuando estamos asustados, temerosos o estresados, nuestro cuerpo dispara una serie de mecanismos internos que nos permiten reaccionar en una situación de peligro inminente. Uno de ellos consiste en la intensificación de las secreciones a través de las glándulas sudoríparas, incluyendo las apocrinas. Al mezclarse con las bacterias que naturalmente se encuentran en la región genital, este líquido espeso desprende un olor desagradable que capta la atención de los perros. Es por ello que nuestros perros saben cuándo tenemos miedo o cuándo nos sentimos agotados o agobiados por una situación, aunque no les digamos ni una sola palabra.

Si te gustaría profundizar en este tema, recomendamos la siguiente lectura: “Cosas que los perros pueden predecir”.

El aburrimiento y el estrés pueden explicar por qué los perros huelen las partes íntimas de forma incesante o casi obsesiva. En estos casos, la conducta de olfatear los genitales – ya sean propios, de otros canes o de las personas – aparece como una válvula de escape para la tensión acumulada.

Muchas veces, ello se produce cuando el can vive una rutina sedentaria en un ambiente empobrecido. Entonces, al no encontrar los recursos o vías más apropiados y seguros para gastar energía y entretenerse, el perro acaba recurriendo a lo que esté a su alcance para lograrlo. Es ahí donde puede producirse una exagerada intensificación de conductas instintivas que pueden ir desde rascar el suelo, correr y morder, hasta olfatear los genitales con un ímpetu casi incontrolable. En casos más complejos, un perro puede desarrollar estereotipias en consecuencia del estrés crónico.

No obstante, hay muchas otras fuentes de estrés para los perros, que van desde cambios en su entorno hasta problemas de salud. Para conocerlas una a una, no te pierdas el siguiente artículo: “15 cosas que estresan a los perros”.

¿Qué hacer si mi perro se acerca a las partes íntimas?

Lo primero y más importante a tener en mente es que olfatear los genitales propios y de otros individuos es una conducta instintiva y natural para los perros. Por ende, la misma no necesita ser inhibida ni mucho menos reprimidamediante regaños o castigos.

Al igual que los niños, los perros interactúan con su propio cuerpo y el de los demás de forma espontánea y libre de los perjuicios de la moralidad, los cuales nos son enseñados a medida que crecemos. Así pues, los perros se acercan a las partes íntimas no porque sean pervertidos o mal educados, sino porque ello forma parte de sus códigos de conducta social y resulta indispensable en su sistema de comunicación. Por lo tanto, no hay nada que podamos ni debamos hacer para evitar que los perros huelan los genitales, porque ello supondría impedirlos de expresarse como lo que son.

No obstante, si percibes que tu perro parece tener una incontrolable necesidad de olfatear la zona intima tuya o de otros individuos (personas u otros animales), o bien si lo ves repetir una misma conducta una y otra vez, sin cesar, no dudes en seguir estos pasos:

1. Acudir a un veterinario (mejor aun si es un experto en etología) para constatar si ello puede ser producto del estrés. Más allá de realizar los exámenes y pruebas necesarias para constatar la salud física de tu perro, un veterinario etólogo está capacitada para evaluar los signos comportamentales que ayudarán a entender qué está estresando a tu perro y cómo debe pautarse su tratamiento.
2. Enriquecer su ambiente y fijar una buena rutina de ejercicios físicos.
3. Tratar la causa del estrés, en caso de que no sea la falta de estimulación. Por ello, te invitamos a conocer esta guía que preparamos para ayudarte a lidiar con esta situación de una mejor manera: “¿Qué hacer si mi perro está estresado?”.