“Nadie quiere a la gorda”, se rieron… El hombre de la montaña dijo: “¡Ahora ESA sí es una mujer!”
El sol de la tarde se extendía sobre el patio polvoriento de la subasta, tiñendo todo de ámbar y oro. Agricultores, mineros y rancheros se agolpaban, sus botas levantando nubes de polvo mientras buscaban el mejor lugar. El aire estaba cargado de humo de tabaco y el olor áspero de cuerpos sin lavar. En el … Read more