Ruby Trussler
Ruby Trussler, una niña de tan solo seis años, perdió la vida tras sufrir graves complicaciones médicas derivadas de una apendicectomía realizada en marzo de 2024 en el Hospital Princesa Alexandra, ubicado en Harlow, Essex, Inglaterra.
Aunque la intervención fue descrita como rutinaria y sin contratiempos, meses después surgieron secuelas que desencadenaron un cuadro crítico de salud.
El caso tuvo lugar inicialmente en Essex, Reino Unido, donde Ruby fue operada. Posteriormente, fue trasladada de urgencia al Hospital Addenbrooke, en Cambridge, ante el rápido deterioro de su estado de salud.
La operación se realizó en marzo de 2024. Sin embargo, los síntomas de alerta aparecieron a inicios de octubre del mismo año, y el fallecimiento se produjo el 11 de octubre de 2024, tras varios días de intervenciones médicas intensivas.
La pequeña Ruby vivía con su madre, Emma Trussler, de 45 años, su padre, y varios hermanos, incluidos sus hermanos gemelos menores. Su familia ha compartido públicamente la historia, no solo para rendirle homenaje, sino también con el objetivo de concienciar sobre los riesgos asociados a la sepsis y las adherencias abdominales postoperatorias.
El caso pone de manifiesto los riesgos postquirúrgicos que pueden presentarse incluso después de operaciones aparentemente exitosas.
Ruby fue ingresada en estado crítico cinco meses después de la cirugía, presentando síntomas de vómitos biliosos y deshidratación severa. Los exámenes médicos revelaron una adherencia intestinal, una complicación reconocida por el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS) como posible consecuencia de intervenciones abdominales.
A pesar de dos nuevas cirugías para aliviar la obstrucción intestinal y una amputación de pierna causada por la obstrucción de una arteria, Ruby permaneció inconsciente.
Su salud se deterioró rápidamente con indicadores vitales inestables y signos avanzados de sepsis. Finalmente, sus padres enfrentaron la devastadora decisión de retirar el soporte vital.
Emma Trussler, madre de Ruby, ha iniciado una labor activa para educar al público sobre la sepsis, afirmando que desea evitar que otras familias sufran una tragedia similar.
Hasta la fecha, ha recaudado más de 18.000 libras esterlinas para la organización benéfica Sepsis UK, y se ha comprometido a participar en el desafío de los Tres Picos en mayo como parte de sus esfuerzos solidarios.
Como parte de la conmemoración, la familia planea viajar a Disneyland París en noviembre, en el que habría sido el cumpleaños de Ruby, cumpliendo el sueño que ella tenía mientras estaba hospitalizada. La campaña para financiar este viaje fue impulsada por una amiga cercana.
Está previsto que una investigación oficial sobre el fallecimiento de Ruby comience el 15 de mayo de 2025, con el fin de esclarecer completamente las circunstancias del caso y revisar los protocolos médicos aplicados.
Sharon McNally, directora de enfermería del Princess Alexandra Hospital Trust (PAHT), expresó su pesar ante el fallecimiento, transmitiendo condolencias a la familia. Aseguró que se ha realizado una revisión interna del tratamiento recibido por Ruby y que los hallazgos se integrarán en las medidas de mejora continua de la institución.
Recordada por su energía, su amor por el canto y la danza, y su sonrisa permanente, Ruby ha dejado una huella profunda en su comunidad. Su madre, quien trabaja en el sector infantil, afirma que su hija era “la hija perfecta” y que su memoria seguirá viva a través de los esfuerzos para generar conciencia sobre la sepsis y mejorar la atención médica postoperatoria.