Un amor inseparable: así era la relación de Karla Sánchez y un dominicano que terminó el Jet Set
Karla Sánchez, de 41 años y originaria de Desamparados, Alajuela (Costa Rica), falleció en la madrugada del sábado en el Hospital Marcelino Vélez Santana de Santo Domingo, tras permanecer en estado crítico desde el colapso del techo de la discoteca.
Había llegado al país junto a su esposo, el dominicano Pedro Leonardo Cepeda, quien también fue una de las víctimas fatales del desastre.
Pedro Leonardo Cepeda
La pareja estaba de vacaciones, celebrando días de descanso que terminaron en una noche de terror, cuando la estructura de concreto cedió durante una presentación del merenguero Rubby Pérez. Karla sufrió múltiples traumas: un pulmón colapsado, hemorragias internas y una contusión severa en la columna.
El viernes, fue sometida a una cirugía de emergencia, pero su cuerpo no resistió las complicaciones. Falleció pocas horas después en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro médico, según confirmaron fuentes internas del hospital.
Aunque el Servicio Nacional de Salud (SNS) notificó oficialmente un nuevo deceso, su identidad fue confirmada más tarde por allegados y medios costarricenses.
El último mensaje público de su hermana Jarumy, publicado en redes sociales junto a una imagen de ambas sonriendo en tiempos felices, conmovió a miles: una despedida íntima que refleja el dolor profundo de tantas familias marcadas por esta tragedia.
El caso de Karla pone rostro y nombre a una de las historias más desgarradoras de la tragedia. Había venido solo a descansar, pero encontró la muerte en un lugar que prometía música y alegría.
Su esposo, Pedro Leonardo, también quedó sepultado entre los escombros del techo que, según varios testimonios, ya daba señales de deterioro semanas antes.
Sobre las causas, las autoridades han confirmado que la estructura colapsó bajo el peso de elementos añadidos en el techo, como aires acondicionados, tanques y plantas eléctricas, sin un refuerzo estructural adecuado. Esto, sumado a la falta de mantenimiento, habría provocado el desplome total sobre más de 400 asistentes.
La tragedia ha desatado una ola de dolor regional y una fuerte exigencia por respuestas concretas. Mientras tanto, el testimonio de Jarumy, lleno de fe y dolor, refleja el estado de alma de muchos sobrevivientes y de los que quedaron atrás.

Desde hoy, se suma otra vida a la larga lista de víctimas que esperan justicia y verdad. La historia de Karla Sánchez Solórzano quedará grabada como un recordatorio de todo lo que falló y de lo que nunca debió pasar.