1. Espolvorea de 1 a 2 cucharadas de sal en el desagüe de la ducha o lavabo.

2. Hierve agua y vierte cuidadosamente sobre el desagüe con sal.

3. Añade un poco de vinagre blanco.

4. Deja actuar unos minutos y repite si es necesario.

La sal ayuda a desinfectar, eliminar bacterias y malos olores en las tuberías, además de disolver grasas o aceites atrapados. Recuerda no excederte para evitar dañar las tuberías.