Semillas de arce: beneficios y usos al consumirlas

Semillas de arce: beneficios y usos al consumirlas

A continuación, se presenta una descripción general de las semillas de arce, comúnmente conocidas como «semillas de helicóptero» o «sámaras», con un enfoque en sus posibles beneficios, usos culinarios y artesanales, así como consideraciones importantes a tener en cuenta.

Comestibilidad: muchos tipos de semillas de arce son comestibles con moderación. Por lo general, contienen una cantidad modesta de:
Proteínas
Grasas saludables (incluidos algunos ácidos grasos esenciales)
Carbohidratos y fibra
Minerales y vitaminas: aunque la investigación específica sobre las semillas de arce es limitada, se informa que las semillas de ciertas especies incluyen pequeñas cantidades de minerales (como hierro y calcio) y vitaminas.
Antioxidantes y fitoquímicos
Algunos hallazgos preliminares (en su mayoría anecdóticos o de estudios a pequeña escala) sugieren que las semillas de arce podrían contener varios fitoquímicos con propiedades antioxidantes. Si bien esta área necesita más exploración científica, dichos compuestos generalmente ayudan a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo.

Consumo crudo
Si bien es posible, comerlas crudas puede ser algo amargo o astringente. Las semillas más jóvenes y verdes tienden a ser más tiernas, pero aún pueden tener un sabor ácido.
Tostar o tostar
Esta es una de las formas más comunes de hacer que las semillas de arce sean más agradables al paladar.
Retire las alas de papel, enjuague las semillas y luego tuéstelas ligeramente en el horno o en una sartén para estufa. Tostarlas puede reducir el amargor y resaltar un sabor a nuez.

Hervir o cocinar al vapor
Algunos recolectores hierven las semillas para eliminar cualquier amargor residual antes de terminarlas en una sartén con aceite o mantequilla.

Precauciones
Identificación de especies: si bien la mayoría de las semillas de arce se consideran seguras para comer con moderación, asegúrese de recolectarlas de una especie de arce no tóxica. Ciertas variedades ornamentales o árboles relacionados pueden producir semillas que no son recomendables para el consumo humano.