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A los 72 años, Lyn May finalmente admite lo que todos sospechábamos
Ciudad de México – Con una carrera cargada de controversias, rumores, escándalos y momentos memorables, Lyn May, la legendaria vedette mexicana de origen chino, ha sido durante décadas una figura enigmática dentro del mundo del espectáculo. Hoy, a sus 72 años, ha decidido romper el silencio y hablar sin filtros sobre un tema que por años generó especulación: la verdad detrás de sus cirugías, su imagen pública y sus verdaderos sentimientos.
Durante una entrevista reciente en un programa de televisión nacional, Lyn May se mostró más vulnerable y honesta que nunca. Vestida de forma elegante, con su inconfundible sonrisa y esa mirada felina que marcó toda una época, soltó una frase que dejó al público sin aliento:
“Sí, me hice muchas cosas… pero fue por miedo. Miedo a desaparecer.”
Las cirugías: más allá de la vanidad
Durante años se ha hablado de las múltiples intervenciones estéticas que Lyn May se realizó. Ella siempre lo tomaba con humor, e incluso en entrevistas anteriores solía bromear sobre su apariencia. Sin embargo, ahora confesó que muchas de esas decisiones fueron tomadas bajo presión del medio artístico y por el terror que sentía a envejecer y no ser deseada.
“Yo no quería envejecer. Pensaba que si no me veía joven, no me iban a contratar, no me iban a querer, ni siquiera me iban a voltear a ver”, dijo con voz entrecortada.
Reveló que algunas intervenciones fueron realizadas por médicos sin experiencia, y que incluso llegó a temer por su vida. A pesar del dolor físico y emocional que muchas veces atravesó, siempre se mantuvo de pie, “porque el show debía continuar”.
Su verdadera lucha: el amor propio
Más allá de los reflectores y los escenarios, Lyn May confesó que su mayor batalla fue interna. Durante años, buscó la aprobación de un mundo que la veía solo como un símbolo sexual. Pero ahora, con el paso del tiempo, ha aprendido a valorarse más allá del físico.
“Hoy me miro al espejo y, por primera vez, me gusto de verdad. No por cómo me veo, sino por lo que he vivido, por lo que he superado”, dijo con orgullo.
Además, dejó en claro que no se arrepiente de su vida, pero sí reconoce que hubiera querido tener más amor propio desde joven. “Si pudiera hablar con la Lyn de 25 años, le diría que no hace falta cambiar nada para ser amada”.
El mensaje que dejó al final
Antes de terminar la entrevista, Lyn May se dirigió directamente a las mujeres que la han seguido durante décadas:
“No dejen que nadie las haga sentir insuficientes. Lo que importa no es cómo te ves, sino cómo te sientes contigo misma. Y nunca es tarde para empezar a amarte.”
A sus 72 años, la vedette que rompió esquemas, desafió estereotipos y marcó una era, demuestra que el verdadero valor de una mujer no está en su cuerpo, sino en su historia.
Hoy, Lyn May no solo es un ícono del espectáculo, sino también un ejemplo de resiliencia, sinceridad y evolución.