Joven que sobrevivió al Jet Set inspira al país y se convierte en símbolo de esperanza

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Noticias País, Santo Domingo, RD — En medio del caos y la angustia que envolvió a toda una nación tras el colapso de la discoteca Jet Set, un nombre comenzó a resonar con fuerza entre los testimonios de supervivencia y resiliencia: Arsenio, hijo de Juan 31, se convirtió en símbolo de esperanza para miles de dominicanos.

Con apenas unos segundos para reaccionar, y rodeado de escombros, humo y gritos desgarradores, Arsenio logró salir con vida, tras la tragedia que cobró la vida de más de 200 personas dentro del emblemático centro nocturno de la capital.

Este joven, conocido por su fortaleza desde niño, jamás imaginó que aquella noche marcaría un antes y un después en su vida.

Hijo del recordado Juan 31, figura respetada en su comunidad, Arsenio creció entre el legado de esfuerzo y dignidad que caracterizó a su familia.

Joven que sobrevivió al Jet Set inspira al país y se convierte en símbolo de esperanza

Tras perder a su padre, su madre se convirtió en su sostén emocional, y él asumió con madurez inesperada la responsabilidad de honrar la memoria de su progenitor.

El día de la tragedia, Arsenio no solo sobrevivió físicamente, sino que emergió con una nueva misión: levantar con su voz el ánimo de quienes sienten que todo está perdido. Desde entonces, ha compartido su experiencia en comunidades, medios y encuentros juveniles, tocando con su historia a jóvenes y adultos que buscan una luz en medio de la adversidad.

No es solo el testimonio de un sobreviviente, es el de un joven que se rehúsa a vivir con miedo o tristeza, y que decidió convertir el dolor en propósito.

Joven que sobrevivió al Jet Set inspira al país y se convierte en símbolo de esperanza

Dios me dejó con vida por una razón. Si mi voz puede motivar a alguien, entonces no fue en vano”, habría dicho Arsenio en una entrevista reciente.

Sus palabras han llegado a colegios, iglesias y barrios donde su relato ha servido de consuelo y fuerza para quienes atraviesan momentos difíciles.

La gente no solo lo escucha, lo siente cercano, real, humano. Esa es la esencia de lo que representa hoy: un ejemplo de que se puede renacer desde las ruinas.

Desde hoy, su historia forma parte del alma colectiva dominicana, un reflejo de lo que significa superar la tragedia sin perder la humanidad. Arsenio, el hijo de Juan 31, ya no es solo un sobreviviente: es la viva imagen del coraje dominicano.