Seguridad que estuvo presente cuando paso lo de la madre y la hija narr…Ver más

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Desesperación y silencio: familiares no saben si sus seres queridos están vivos

Ciudad Juárez, México – La incertidumbre, el dolor y la impotencia se han convertido en el pan de cada día para decenas de familias que aún no saben si sus seres queridos están vivos o muertos. A más de una semana de una tragedia que estremeció a la nación, muchas personas siguen esperando respuestas que no llegan.

El incendio en el centro de detención de migrantes ocurrido el pasado lunes dejó un saldo devastador. Mientras las autoridades confirmaron víctimas mortales y heridos, la información ha sido escasa y fragmentada, dejando a las familias en un limbo emocional.

“Desde que me avisaron del incendio no he vuelto a saber nada de mi hermano. No está en la lista de fallecidos, tampoco en la de heridos. Es como si se lo hubiera tragado la tierra”, expresó con voz entrecortada María Rodríguez, hermana de un migrante hondureño que llevaba tres semanas detenido.

La angustia crece con cada día que pasa. Algunos familiares han recorrido hospitales, han hablado con autoridades locales, incluso han visitado morgues, sin obtener ninguna respuesta concreta. La falta de transparencia y el desinterés por parte de ciertas instituciones ha alimentado la desesperanza.

“A nosotros no nos dan información. Sólo nos dicen que están investigando, pero no nos muestran ninguna lista, ninguna prueba, nada. ¿Cómo vamos a vivir así? No sabemos si llorar o seguir esperando”, dice don Ernesto, padre de un joven salvadoreño desaparecido en el incidente.

Organismos de derechos humanos han denunciado la falta de atención y acompañamiento a las familias, exigiendo a las autoridades que se aceleren los procesos de identificación y comunicación con los familiares.

“Es inadmisible que en pleno siglo XXI las familias tengan que mendigar información sobre el paradero de sus seres queridos. Estamos ante una tragedia humanitaria y la respuesta ha sido fría, lenta y desorganizada”, denunció Ana Laura Gómez, vocera de una ONG que brinda apoyo a migrantes.

El gobierno ha prometido iniciar una investigación exhaustiva y ha dicho que se está trabajando en la identificación de cuerpos mediante pruebas forenses, pero muchos no creen en estas promesas.

Mientras tanto, en las afueras del centro de detención, un altar improvisado con velas y fotografías crece cada día. Es un símbolo del dolor colectivo, del amor que no encuentra consuelo y de la esperanza que, a pesar de todo, se niega a morir.

Porque cuando no sabes si alguien que amas está vivo, cada segundo se convierte en una eternidad. Y esa eternidad pesa más que cualquier tragedia.